a zona fue habitada desde el siglo XI a. C. Sus primeros pobladores fueron los coixas, desplazados por los mexicas en tiempos de Moctezuma Ilhuicamina (siglo XV).
En 1522 llegó Gil González de Ávila, que tomó el territorio sin apenas resistencia. Posteriormente llegaron misioneros, y en 1602 los dominicos levantaron un templo que aún perdura.
En 1565 el cosmógrafo Andrés de Urdaneta hizo posible la ruta Filipinas - Acapulco, y con el mayor uso de ese puerto se arregló el camino a México, lo que propició un cierto desarrollo económico de la región.
La población cuenta con antiguas generaciones los cuales aún conservan su lenguaje antigua que es el náhuatl, que es un lenguaje indígena mexicana con mayor número de hablantes (alrededor de millón y medio).